En contra

No me sirve de nada. Es una de esas batallas perdidas, de esos gestos inútiles y gratuitos que no van a ninguna parte. Sé que haga lo que haga no servirá de nada, pero estoy en contra del cambio de hora. Nos roban una hora de esta primavera, sesenta minutos en los que podíamos haber sido genios, poetas, amantes excepcionales o buenas personas. No devolverán esta hora en otoño, cuando ya no la necesitemos para nada, cuando sea demasiado tarde, cuando ella se haya ido.

5 comentarios

[Antonio PÉREZ MORTE - 30 de marzo de 2005 - 20:18]

Como cantaba mi amiga Ana María Drack a comienzos de la década de los setenta:
¡Díme que no es verdad! ¡Dímelo!

[víctor - 30 de marzo de 2005 - 07:33]

Peor aún, Antonio. Nos han robado la hora en la que hubiéramos encontrado tu pilot. Quizá tengamos que esperar hasta el otoño...

[Antonio PÉREZ MORTE - 30 de marzo de 2005 - 01:14]

Me han robado una hora entera, en la que pude seguir buscando mi pilot...

[ideas - 27 de marzo de 2005 - 22:02]

ellos hablan de la energia que ahorramos con este gesto... ¿y quien habla de los desajustes personales? ¿de esas "otras" cosas que perdemos con ese gesto?

[Cide - 25 de marzo de 2005 - 20:03]

Además, puestos a robarte una hora podría ser otra. Porque te quitan la hora que va de las 2 a las 3 de la madrugada del domingo. Una hora que puede ser mágica. Si estás durmiendo, el sueño suele ser delicioso porque no tienes que inquietarte por las preocupaciones del día que empieza, ya que el domingo es casi siempre para relax. Si, por el contrario, no estás durmiendo es porque estás en buena compañía celebrando esa mágica hora de domingo. ¡Qué ladrones! ¿Qué harán con tantas horas mágicas robadas?