Los secretos de Gloria

Sólo me consuela mirarla y que, a veces, ella me abrace. Algunos días, como hoy mismo me ocurre, necesito mirar a Blanca porque sólo en sus ojos encuentro ánimo y serenidad.
No pasa nada. No cojo el teléfono porque no puedo dejar de leer Enterrar a los muertos de Ignacio Martínez de Pisón. Esta mañana he ido a Antígona, la librería de Pepito y de Julia, y he comprado los dos últimos títulos de la Biblioteca Aragonesa de Cultura que dirige Eloy Fernández Clemente, el catálogo de la exposición Los colegios del exilio, que actualmente puede visitarse en la Residencia de Estudiantes y 30 retratos de maestras donde Amelia Almau firma un artículo sobre Marta Notivol. Yo trabajé con Marta en el Colegio Público Hermanos Marx de Zaragoza. Es una magnífica maestra y me he alegrado mucho de leer esta entrevista. Luego he pasado por La estilográfica moderna, la mejor tienda de plumas del mundo. He comprado tinta y me han reparado la pluma que me regalaron las gentes de FETE-UGT Aragón. Cuando me dirigía a la plaza de San Pedro Nolasco el destino ha puesto en mi camino al gran Rodolfo Notivol. Hemos hablado un ratico de libros, de rojinegros, de nuestros amigos, de fútbol y de Zaragoza, esta ciudad que nos apasiona y nos consume.
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