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el vuelo de la mariposa

La vida

Ayer me escribió, desde Galicia, mi hermano Luis Iglesias para interesarse por los datos completos de Maestras, ese libro colectivo que recoge textos de Antón Castro, Carlos Castán, Enrique Satué, Cristina Grande, Daniel Gascón, Julio Llamazares o Rosa Regàs, entre otros. El libro lo editó PRAMES con motivo de la celebración del día de la educación en Biescas, el pasado día de San Juan. De aquella fiesta escribí un escribí un reportaje para Qriterio Aragonés, 6, 2 de julio.

También me dice que vive desazonado porque Antón hace una eternidad (casi una semana, me apunta) que no actualiza su blog, y se queja de que yo mismo no cuento casi nada en este diario.

Como casi siempre, Luis tiene razón en todo.

Por lo que a mí respecta, quizá sea la felicidad, que como a Sabina, me impide escribir una nota, o que estoy muy ocupado mirando el cielo, o que me he comprado un teléfono móvil que no sé hacer funcionar y tengo que esperar a después de tolosantos para que Javier Torres me enseñe -un poco, lo poco que soy capaz de aprender- a manejarlo.

El martes, por la mañana, paseé un rato con Rosa Tabernero por Las Pajaricas de Ramón Acín, ese espacio del parque de Huesca en donde el tiempo parecía sostenido por una luz imposible. Después de las clases, estuve en una reunión con César González, Víctor Pardo, María José Calvo, Raúl Mateo y Óscar Lamora. Hablamos de todo, y hablamos de una fiesta republicana y de la memoria que celebraremos en diciembre. Ellos les contarán más cosas cuando llegue el momento.

El miércoles estuve en la presentación del último libro de la Biblioteca Aragonesa de Cultura que dirige Eloy Fernández Clemente. El libro se titula Voces de Aragón de Javier Barreiro, un libro erudito, muy bien escrito y que ofrece datos hasta ahora desconocidos. Barreiro decía en la presentación que había escrito este libro desde el rencor, porque este libro tenía que haberlo hecho otro antes que él, que no puede tolerarse que se pierda el patrimonio, los patrimonios, sin que no pongan remedio las instituciones que deberían hacer algo urgentemente.

Después de la presentación, tomé una caña con Pepe Melero, Rodolfo Notivol, Marisancho Menjón, Antonio Pérez Lasheras, Miguel Pardeza, Ismael Grasa... una gente increíble reunida en el mismo bar. Hablamos de literatura, de fútbol y de los amigos que no habían podido venir como Mariano Gistaín, Javier Torres, Félix Romeo, Antón Castro o Luis Alegre.

Pues eso. La vida.

12 comentarios

Anónimo -

Después de conocer a Sonia entiendo por qúe a Antón se le ha estropeado el ordenador. Ha estado escribiendo con once dedos y lo ha vuelto loco.

Sonia -

Decididamente soy mucho más hermosa de lo que dicen los asiduos del blog, Matilde.

matilde -

Por favor, matenednos informados de esa fiesta republicana que parece que vais a hacer por Huesca.

Otra cosa: yo también quiero ver la foto de Sonia, empiezo a estar intrigada, sois ya muchos los hombres que la alabáis

víctor -

Querida Sonia:
Un poquico de paciencia con Antón... Ya conoces el viejo dicho del Maestrazgo "las mujeres que no perdonan a los hombres sus pequeños defectos no disfrutarán de sus grandes virtudes"...

Y manda una foto, anda, que morimos por conocerte.

Sonia -

Querido Antón: si me vuelves a decir que reaparezca "en la alta noche de las mitigadas sombras" te juro que cojo el coche y no paro hasta Torrelodones.

De Anton -

Querida Sonia: Sólo estoy triste para que tú reaparezcas en la alta noche de las mitigadas sombras.
Te ha nacido un pelotón de enamorados. ¿No has pensado en mandar una foto tuya a estas páginas de Víctor Juan?
Eres el rostro más enigmático de la última década en Aragón, no para mí, para ellos, tus enamorados que se multiplican día a día. En cuanto te vea y tenga un nuevo ordenador, volveré por donde solía...

Anónimo -

Hombre, bien está que uno consulte todas las enciclopias de fútbol habidas y por haber para conocer los nombres de los jugadores del Kurdistán o se vuelva loco contando los puñetazos de Carnera. Todo con tal de coger nivel e intentar estar a la altura del gran Antón. Pero que encima haya que dejarle el coche para que se refocile con Sonia, mientras uno se queda en casa leyendo a Iglesias Alvariño parece un poco demasiado. Me recuerda, claro, la copla famosa, que ya se cantaba hace años en el Maestrazgo: "Tú estás metida en el Volvo/con las teticas calientes/y yo leyendo al gallego/con la chorra hasta los dientes". Salud y buen humor.

Sonia -

Ay, mi Antón, que no estés triste... Esta semana la luna llena volverá, si tú quieres, a alumbrar nuestros paseos por los caminos de Garrapinillos.
Ah, me gustaría mucho que le pidieras otra vez el Volvo a ese amigo tuyo que dice ser partidario del realismo sucio. La última vez fue increíble.
Tuya,
Sonia

Anónimo -

No me ha gustado nada la errata final con el acento en ese "que". Hay que tender a la perfección hasta en estos textos del blog.
El mismo de antes.

Anónimo -

Pero qué es eso de que al gran Antón le falta la alegría. ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Qué no hemos sabido darle? ¿No encuentra entre nosotros interlocutores a su altura? Prometo estudiarme la alineación de la selección no reconocida del Kurdistán para poder discutir con él si el interior izquierdo era fulano o mengano; y también el número de directos al mentón que Primo Carnera le propinó a Paulino Uzcudun, por si así podemos entablar una conversación que le alegre "estos cálidos anocheceres" (iba a escribir "estas noches", pero he pensado que él agradecería más la otra fórmula). Si no fuera suficiente, estoy dispuesto a leer a Aquilino Iglesias Alvariño, naturalmente en gallego, para mantener con nuestro amigo un coloquio de altura. Y hasta soy capaz de decirle que me creo lo de que se bañaba entre delfines. Todo con tal de curar esa melancolía de gallego transterrado. ¡Qué viva siempre el gran Antón Castro!

De Antón -

Queridos amigos gallegos: Nos os preocupéis. Vivo sin vivir en mí, en la mayor de las soledades. Me falta el ordenador y me falta la alegría. Voy a comprar uno nuevo de inmediato, y si no haré un esfuerzo para seguir ahí, contando cosas. Un gran abrazo.

jliglesias -

El papel de pepito grillo me encanta. En tu caso ha dado el resultado esperado, pero Antón ni flores. Habrá que insistir. Unha aperta