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el vuelo de la mariposa

Bisontes

Pasan los días sin dejar apenas otro rastro que la basura que depositamos en los contenedores.

Y buscamos palabras que nos permitan sentir que estamos simplemente vivos.

Quizá un diario sea un especie de cueva de Altamira que demuestra que aún podemos podemos pensar, recordar, soñar, desear e imaginar. Un muro en blanco para representar la realidad. Una ocasión para comprobar que la inteligencia está de nuestro lado y no del lado del bisonte.

3 comentarios

Daniel gonzalez serrano -

HOla Victor soy alunno de Mariano Coronas,eres un gran tipo, pero ya se que no te conocco mucho pero Mariano,nos ha hablado de ti,saludos de los chicos de 6A,venga adiooos

ruben -

Ayy, amigo Victor, y pensar que ahora Altamira es un sucedáneo de plastico y metacrilato...

Alberto -

Nunca, nunca pasa un día sin dejar rastro. Tal vez para el que lo ha vivido haya sido un día anodino, sin nada que recordar u olvidar, pero seguro que hay alguien al lado tuyo que va a recordar esos días que a ti no te dejaron huella, pero en los que tú sin querer hiciste cosas que otros nunca van a olvidar. En fin, como el vuelo de la mariposa que marca nuestro devenir.
Resiste en el monte. Yo te llevaré comida cuando me deje la Guardia Civil. Saludos desde la ciénaga.