La tristeza del escultor
El escultor está triste. Antes ha estado mudito. Dice de sí mismo que es inteligente y que por la noche oye perros que no le dejan soñar, que hay gente que chilla y vocifera... Qué lamentable...
El pobrecico no ha entendido nada.
El escultor cree no hay nada por encima de sus esculturas. Quería hacer una escultura a cualquier precio: primero a Ramón Acín, luego a Vicente Campo, luego a la concordia... qué más da... Pero hay cosas más importantes que su cuenta corriente, que la vanidad, que su tristeza y que la mía. Dice que se va rumbo a otros parajes. Y él que es tan inteligente, sensible y defensor de la libertad se va insultando. Buen viaje.
El pobrecico no ha entendido nada.
El escultor cree no hay nada por encima de sus esculturas. Quería hacer una escultura a cualquier precio: primero a Ramón Acín, luego a Vicente Campo, luego a la concordia... qué más da... Pero hay cosas más importantes que su cuenta corriente, que la vanidad, que su tristeza y que la mía. Dice que se va rumbo a otros parajes. Y él que es tan inteligente, sensible y defensor de la libertad se va insultando. Buen viaje.
7 comentarios
Ruben -
Un abrazo
Víctor -
Gracias por asomarte a este blog. Ven más veces. Haces nuestro mundo más grande. Gracias.
v ; )
matilde -
Víctor -
He puesto para ti "Los formales y el frío" en la página web.
Perderse una comida con Pepe Melero... Sólo la noticia de la recuperación de la canción de Machín te habrá ayudado a remontar la tarde...
un abrazo, formal.
De Antón, otra vez -
De Anton -
Rai! -