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el vuelo de la mariposa

Desde el fondo de todos sus naufragios

Hay cosas que no podré hacer. He perdido la inocencia de los lugares, de las luces y, sobre todo, de las palabras. Por eso, aunque no he querido deshacerme de ellas, no he vuelto a leer sus cartas.

- Me gustaría hablar contigo –me dijo-. Por todo lo que hemos hablado, por lo que nunca nos dijimos.

Cometí el error de aceptar aquel encuentro. En los últimos años me he especializado en equivocaciones. Cada vez que hay una mínima posibilidad, yo me equivoco siempre.

Cuando ella apareció, por fin, en el café que había sido escenario de nuestras conversaciones, de nuestros descubrimientos y de nuestro querer estar, yo había tomado tres cervezas que me supieron especialmente amargas y que se me hicieron muy largas. Llegó, como siempre, tarde. Estos retrasos formaban parte de su vida, de su manera de entender el mundo. Ella no les daba ninguna importancia. Yo no aprendí a esperarla como tampoco supe quererla. Intentamos sonreír. Acercó sus labios y apenas me rozó cuando dejó en mi cara un beso. Pero su perfume invadió inmediatamente mi cerebro. La serenidad que había intentado reunir mientras esperaba se disipó sin remedio y me sentí doblemente vulnerable. Hubiera hecho lo que me hubiera pedido.

Ella me miraba desde el fondo de todos sus naufragios. Intentamos decir algo después de ¿qué tal estás? Y no se nos ocurrió nada

5 comentarios

ERIKA...AKIRE -

LAS PALABRAS UNEN, DESUNEN. NOS ACERCAN AL MISMO TIEMPO QUE NOS PUEDEN ALEJAR.TODA PALABRA TIENE SU CONTRARIO Y NORMALMENTE SUELEN IR EN EL MISMO PAQUETE, COMO PASA CON LA VIDA.

¿ASCASO LAS PALABRAS NO FORMAN PARTE DE ELLA?.

víctor -

Hay palabras y palabritas.
Hay palabras incendiarias, palabras que acarician y consuelan, palabras que matan. Palabras que son siempre más que palabras, auqnue no nos pertenezcan, aunque a veces duerman en los labios de cualquiera.

luky -

Leyendo el texto he recordado momentos que otras personas han vivido. A veces las palabras van por delante de los sentimientos y dicen lo que queremos oir y sentimos, otras veces son mentiras, son dardos hirientes, son falsedades para convencernos de algo... o son esperanza para empezar una nueva vida.

Raquel -

¡No hay nada como el silencio!

Antonio -

La palabra es una puta en los labios de cualquiera.