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el vuelo de la mariposa

El sueño de cada verano...

Hoy empieza la escuela. Además de la tristeza social que últimamente me acompaña, estoy triste sin venir a cuento. No es la misma tristeza, ni los mismos abismos que crecen dentro de mí, por estas fechas, durante los últimos treinta y siete o treinta y ocho años. Es un problema de adicción. Hemos pasado tantas horas juntos...

O será que se me escapa la vida entre septiembre y septiembre, o que soy vulnerable en las personas que quiero. Y quiero querer, claro. Aunque a veces me ponga triste sin venir a cuento.

Ya pasará, supongo.

2 comentarios

víctor -

y a mí ya se me pasa leyéndote.

lo del perrer también parece una especie de conjuro para disipar los males.
v ; )

Jota -

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Serán las fechas, supongo, me cuesta también mantener el tipo y no es que esté deprimido. Haría falta mucho más para derribar mi estado de ánimo que el augurio de un otoño cercano.

No sé... supones bien, sólo por escribirlo ya está pasando.

J. ;)
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